Hoy os adjuntamos este escrito del origen de las tapas escrito por Joan Pau Romaní, cocinero del Restaurante Romaní ubicado en la calle Sant Pere de Lloret de Mar donde se puede disfrutar de tapas variadas y originales:
Dicen las leyendas que sobre la palabra “tapas” hay dos versiones que se disputan su origen: una nos habla de las antiguas tabernas de nuestro país, supuestamente un poco sucias y llenas de moscas, donde los taberneros servían el vino poniendo en la copa algo para “tapar” el vaso y así evitar que que se metiera algún insecto dentro. Con el tiempo empezaron a servir trozos de longaniza y otros aperitivos que la gente comía, una costumbre que tuvo bastante aceptación. El otro, más documentada, nos habla de que el rey castellano Alfonso X el sabio era un gran amante del buen vino pero como le afectaba al hígado y al estómago, su médico de cabecera le recetó que al beber vino, probara de acompañarlo comiendo algo. Al comprobar que de esta manera el vino no le hacía tanto daño, ordenó por ley a todas las tabernas de su reinado lo que le había recetado su médico. Todo esto son leyendas y no sabemos a ciencia cierta que fueran el origen real de las tapas.
Pero aunque muchas culturas gastronómicas tienen entrantes o aperitivos que se ofrecen antes de la comida principal y que suelen formar parte de un ritual de bienvenida o de hospitalidad antipasti italianos, los mezé en oriente, los zazuski en Rusia o los antojitos en México, por citar unos cuantos), es en España donde la cultura del tapeo ha adquirido una gran importancia a nivel popular, siendo reconocida internacionalmente como uno de sus grandes valores gastronómicos.
Croquetas, patatas bravas, anchoas saladas, aceitunas, calamares y pescaditos fritos, un pincho de tortilla, callos, pulpitos con cebolla, boquerones en vinagre y el muy conocido jamón ibérico, son algunas de las tapas más populares que se pueden encontrar todo. En el estado español tapeo es un ritual que se hace antes de una comida, pero cada vez es más frecuente que las tapas sean toda una comida completa.
En Cataluña, aunque el pica-pica y el vermut ya estaban arraigados de muy antiguo, es hasta hace relativamente poco, que la cultura de la tapa comienza a despegar. Influenciados por la tapa de origen andaluz, ya que en Andalucía es seguramente el primer lugar donde se popularizaron las tapas con sus famosos “pescaítos fritos”, actualmente van teniendo mucho éxito las tapas y los pinchos de las culturas Vasca y Navarra, auténticos maestros del color y de la variedad y que en Cataluña ha arraigado con fuerza, especialmente con los pinchos y montaditos – rebanadas de pan con múltiples ingredientes encima. Ahora también están muy de moda platos miniatura, una oferta que en tiempos de crisis están ofreciendo los nuevos gastrobares de calidad.
Las tapas se pueden comer de pie o sentados, al mediodía o al anochecer, pero siempre mejor en compañía. Se pueden acompañar con agua, cerveza, un aperitivo o la famosa y refrescante sangría, esta bebida tan española elaborada con frutas, zumo de naranja y limón, un poco de coñac y vino tinto joven. Y ya que estamos en un país de gran tradición vinícola, una copa de vino, blanco, rosado o negro, o de cava, dependiendo del momento, los amigos o la temporada, puede ser el mejor acompañante para degustar las tapas, una manera muy mediterránea de poner el hambre en funcionamiento de una manera divertida y variada.
Y a disfrutar, que de eso se trata.
Joan Pau Romaní
Cocinero del Restaurante Romaní, Lloret de Mar
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