Hacia las 12:30, ya basta de playa, ducha de agua dulce, os peináis un poco y a buscar restaurante para comer. En Lloret de Mar la oferta gastronómica es muy variada, seguro que encontráis la propuesta adecuada para vosotros.
Dependiendo de la elección, después de comer podéis ir a tomar un helado y el café en una de las muchas terrazas que tenemos en Lloret.
No tengáis prisa, hay que digerir bien la comida para volver a la actividad después. Si os habéis quedado con ganas de más playa, pues a volver a la playa. Si preferís descansar de sol, podéis visitar la iglesia modernista, hacer shopping por las calles del centro o buscar algún banco a la sombra y disfrutar de ver pasar el tiempo y la gente.
Antes de partir, si os quedan energías, os recomendamos una visita a los Jardines de Santa Clotilde, os cargarán las pilas para la vuelta a casa.